lunes, 31 de enero de 2011

Cine local celebra con estrenos


Las películas ganan taquilla, pero no hay divisas para producir

 
 El cine venezolano conmemoró el viernes sus 114 años de existencia celebrando la reconquista del público nacional en 2010 con el estreno de trece largometrajes que le permiten mirar con optimismo a 2011, aunque algunas voces lamentan las limitaciones que el control de cambios supone para la industria.
Frente a los escasos estrenos durante los años 90, desde 2006 la producción de películas se ha estabilizado en torno a una decena de largos por año y en 2010 ha conseguido sus mejores cifras de taquilla.

 

Estrenada en octubre del pasado año, La hora cero de Diego Velasco, es la película que más ha recaudado en la historia del cine venezolano, con un total de 15.176.577 bolívares fuertes, y la más vista de 2010 con 826.147 espectadores hasta el pasado 18 de enero, según los datos del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía.
 
"Cada vez más hay una reconquista del terreno que teníamos ganado" frente a la industria "prácticamente paralizada" de años anteriores, aseguró a Efe el presidente de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, Rafael Straga.
 
Straga insistió en que lo "importante" es que ahora existe una "producción estabilizada" de películas y el objetivo es conseguir llegar hasta los 20 largometrajes por año.
 
"Es necesario que el público respalde las películas, por eso se habla de un boom", afirmó Straga, que expresó su satisfacción porque actualmente "los venezolanos están viendo el cine venezolano en las salas comerciales. Se escribe de cine venezolano y la prensa respalda la actividad", añadió.
 
Los cineastas consultados por Efe miran con entusiasmo la evolución de esta incipiente industria en 2011 pero, tanto Straga como la directora de cine Solveig Hoogesteijn, señalan el control de cambios establecido por el Gobierno en febrero de 2003 como uno de los problemas para el cine nacional.
Hoogesteijn aseguró que los trámites para la obtención de divisas son una "tragedia" para la industria y afirmó que este sistema "ha golpeado" a un sector que depende "fuertemente" del dólar.
 
En Venezuela existe un sistema de control de cambios que convierte al Estado en regulador y suministrador de las divisas que se necesitan para el desarrollo de las distintas actividades económicas.
Straga coincidió con la directora y subrayó las limitaciones que el control de cambio provoca sobre la promoción de las películas en el exterior.
 
Sin embargo, el presidente de la Fundación Cinemateca Nacional, Javier Sarabia, resaltó la necesidad de "lograr" que se puedan realizar varios procesos de postproducción dentro del país y evitar recurrir al exterior, consumiendo divisas.
 
Sarabia reconoce que Venezuela no está en las mejores condiciones de postproducción y, por ello, plantea la posibilidad de realizar "intercambios" entre los países de América Latina evitando recurrir al cambio de divisas.
 
Sin embargo, todos ellos apuntan a los "operaprimistas" como el futuro del cine venezolano. Una generación que, según Straga, "está buscando nuevas historias y formas de contarlas", dijo Rafael Stragga.
Así, asegura que ya existen alrededor de quince largometrajes preparados para 2011, como el recién estrenado El chico que miente, de Marité Ugas, o Días de poder, de Chalbaud.

Agustin Egui C.I 18.257.213

CRF

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