De acuerdo con los organizadores del evento, no piensan invitarlo el próximo año a la entrega del galardón. Además, reconocieron que humilló a la organización de la noche y fue demasiado lejos con varias celebridades cuyos representantes ya han llamado para quejarse.
Así se vivió la noche de los Golden Globes
Ricky Gervais amenazó con portarse mal durante su conducción de la 68 entrega de los Premios Golden Globes, realizada en Beverly Hills, California, y vaya que lo cumplió. Sus comentarios tuvieron entre sus víctimas a Charlie Sheen, Bruce Willis, Tim Allen y la categoría de Mejor Película Extranjera.
Apenas había comenzado la ceremonia, los invitados tomaban sus asientos en el salón del Beverly Hilton Hotel, cuando Gervais dio la bienvenida a lo que sería "una noche de fiesta y trago, lo que Charlie Sheen llama 'desayuno'", en referencia a los problemas que ha tenido el protagonista de Two and a Half Men.
Sí hubo risas, pero apenas era el principio de una noche que se tornó pesada cuando el actor británico anunció la entrada del presentador de una de las categorías premiadas. "Con ustedes el papá de Ashton Kutcher, Bruce Willis", dijo Ricky Gervais mientras huía del escenario al que arribaba el otro fortachón de la saga Die Hard.
La alusión al joven esposo de su ex mujer, la también actriz Demi Moore, no le hizo ninguna gracia a Willis, quien entre dientes y apretando el semblante, murmuró lo que podría traducirse como "pesado" (prick).
El dueño de la revista Playboy, Hugh Hefner, tampoco se salvó de las burlas de Gervais, quien se refirió a la reciente boda del octogenario con una modelo 60 años más joven. Por el mismo camino pasaron Robert Downey Jr. con sus problemas de adicción, y Mel Gibson en relación con los judíos.
El siguiente dardo envenenado llegó cuando Ricky anunció a Olivia Wilde y Robert Pattinson, presentadores de la categoría Mejor Película Extranjera, "esa que a nadie le importa en Estados Unidos", dijo sonriente Gervais.
Parecía que la noche llegaba a su fin sin más daños colaterales, pero aún faltaba el golpe final. Al momento de llamar a los encargados de entregar la categoría de Comedia, Ricky Gervais hizo un amplio recorrido por la trayectoria de Tom Hanks y luego terminó diciendo: "Y el otro es Tim Allen", como minimizándolo.
La película The Social Network se había consolidado como la gran triunfadora de la noche y los créditos de la transmisión de televisión surcaban la pantalla, cuando Ricky Gervais se despidió de la audiencia con un irónico "Gracias a Dios por hacerme ateo".
Agustin Egui C.I 18.257.213
CRF
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